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Gracias por todo Míster.

 Pedro Villafuertes. Febrero 2014.

 

DEPORTE

“¿Lo han entendido? Pregunto, ¿lo han entendido? ¿Sí? Pues esto, esto (golpeando la pizarra), no vale para nada. Lo que vale es que ustedes son mejores y que estoy hasta los huevos de perder con estos, en este campo. Son el Atlético de Madrid y hay 50.000 dentro que van a morir por ustedes. Por ellos, por la camiseta, por su orgullo, hay que salir y decir en el campo que sólo hay un campeón y va de rojo y blanco” 

 

Lo que acaban de leer es una charla del entrenador Don Luis Aragonés minutos antes de que el Atlético de Madrid se enfrentará a su eterno rival, el Real Madrid en la final de Copa de 1992.

 

El 1 de febrero de 2014, el mundo del fútbol español lloró, acababa de perder a una de sus mayores referencias. De origen madrileño, Luis Aragonés  falleció en la madrugada de ese día por una enfermedad hematológica a los 75 años de edad.

 

A todos nos dejó perplejos. Se sabía que padecía una enfermedad de relativa importancia, como él insistía, y solo muy pocos sabían la verdadera gravedad de esta situación hasta el día de su fallecimiento. 

 

Casi todo el país (no todo, siempre queda algún desagradecido) siente la despedida del técnico. En su carrera siempre fue un ejemplo a seguir, tanto en sus inicios como jugador en diversos equipos como Betis, Hércules o Recreativo; o como entrenador de muchos otros: Espanyol, Mallorca o Barcelona. Pero al equipo que tuvo más cariño, o “el equipo de su vida” tal como él dijo, siempre fue, es y será su Atlético de Madrid.

 

Hablamos del gran “Zapatones”, que de un día a otro pasó de vestir la elástica rojiblanca y ser el pichichi del Atlético, a sentarse en el banquillo y dirigir a su equipo. Llevó a los rojiblancos a lo más alto en múltiples ocasiones, ganó cuatro Ligas, cinco Copas, una Supercopa de España y una Copa Intercontinental. Una de las victorias más destacadas fue la ya citada anteriormente contra el Real Madrid en la final de Copa.

 

Destacó como gran motivador, un hombre de verdad, sin miedo, de esos que ahora escasean. Decía las cosas tal y como creía, sin importar quién pudiera echárselas en cara o negar sus palabras, hecho que le llevó a la polémica con la prensa en varias ocasiones. No podemos olvidar aquella ocasión en la que trató de motivar al internacional José Antonio Reyes diciéndole que debía mostrar “a ese negro” quién era el mejor (refiriéndose a Henry, en aquel momento jugador del Arsenal y de la selección francesa) Sin embargo, lejos de disculparse, él se justificó diciendo que ya había tratado con varias personas “de color”, como el jugador Samuel Eto’o y sienten con mayor desprecio que se les llame así.

 

Fue también conocido como “El Sabio de Hortaleza” y no es para menos, ya que fue el creador del “tiki-taka” de nuestro fútbol español y el que nos puso nombre: la Roja.

“Me gustaría que la selección tuviera un nombre, una identidad. Igual que Brasil es la canarinha o Argentina la albiceleste, me gustaría que España fuera 'La Roja'", dijo en 2004 cuando llegó al banquillo de la selección. Y así fue.

 

Tras unos años de crecer como equipo, la selección finalmente se alzó con el triunfo de la Eurocopa de 2008 contra Alemania en Austria y Suiza, comenzando así la leyenda de “La Roja” que tantas alegrías no está dando.

 

Luis hizo historia. Rompió la supuesta maldición por la cual España no podía pasar de cuartos, cogió un equipo de pequeños jugadores y los convirtió en un equipo de gigantes de leyenda, devolvió la esperanza a todo un país y lo más importante; le hizo ver que no nos vale estar entre los mejores; sino ser el mejor:

 

“Del subcampeón no se acuerda nadie, nosotros hemos venido aquí a ganar la copa de Europa […] Hacemos fiesta si les ganamos, y como somos mejores, además les vamos a ganar”. A veces dejaba de ser “el Sabio” para convertirse en  “el Adivino”…

 

El día de la noticia, todos los equipos de fútbol desde pre benjamines hasta Primera División, guardaron un minuto de silencio en recuerdo a Luis, en reconocimiento de todo lo que nos había dado. A algunos les costó  más aguantar las lágrimas que a otros, como Xavi Hernández, que estaba muy unido al técnico madrileño.

 

Como ya hemos dicho, el día 1 de febrero quedará marcado en el fútbol español como un día triste… pero solo un día. Debemos seguir hacia adelante y ser fuertes, él lo querría así, porque si algo nos dejó claro Don Luis Aragonés es que en esta vida si quieres algo debes mostrar todo tu esfuerzo y pasión, dedicación, valentía y nunca rendirse. Cuando tenemos metas, da igual del tipo que sean, debemos darlo todo y no parar hasta el final. Si ya nos lo decía nuestro míster:

 

“Y ganar, y ganar, y ganar, y volver a ganar, y ganar, y ganar, y ganar, y volver a ganar, y eso es el fútbol, señores”

 

Ahora está más distante, pero este hombre estará en el corazón y recuerdo de muchos españoles para toda su vida. Desde el día 1 de febrero el cielo de España cuenta con una estrella más, pero esta es especial; es de color rojo. 

 

Por último, gracias por todo míster, tú nos hiciste grandes.

 

Foto: Ben Sutherland.

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