top of page

Un mundo sin ciencia.

 Ana Álvarez. Enero 2014.

 

CIENCIA

Año 2056

 

Pregunta: Buenos días. Nos encontramos con Don Evaristo Malsantín, un gran científico que afirma haber creado una máquina del tiempo con la que ha viajado hasta el principio de nuestra creación. Buenas tardes, señor Malsantín.

 

Respuesta: Buenas tardes, es un todo un honor estar hoy aquí presente.

Pregunta: Háblenos, ¿cómo se le ocurrió la idea de crear una máquina del tiempo?

Respuesta: Fácil. ¿Ha visto usted la película “Regreso al futuro”, esa de ciencia ficción tan famosa? 

 

Pregunta: Sí, por supuesto.

 

Respuesta: Pues yo no. El caso es que, cuando era joven, uno de los trabajos que tuve que hacer para la escuela consistía en escribir una redacción titulada “Un mundo sin ciencia”. Claro, yo era un chiquillo nacido en el siglo XXI, crecí con un teléfono móvil en la mano. Total, que intenté escribir la maldita redacción y suspendí. 

 

Pregunta: Debió ser duro para usted, conociendo su excelente expediente académico.

 

Respuesta: ¡Shhhh! No me cortes. Por dónde iba… ¡Ah, sí! Suspendí. Y, sí, fue una gran decepción. Tanta que el saber cómo sería un mundo sin la ciencia se convirtió en la obsesión de mi carrera como científico. Pero, claro, ¿cómo iba yo a conseguirlo? Tendría que pertenecer a la Edad Media o a la Prehistoria… Y así es como caí: necesitaba una máquina del tiempo.

 

Pregunta: ¿Y cómo construyó dicha máquina? Muchos científicos lo han intentado, por lo que tengo entendido, y nadie lo ha conseguido.

 

Respuesta: Pues, si te digo la verdad, con tanta ida y venida, de año en año, se me ha olvidado cómo la hice. Eso sí, sé que para funcionar necesita cáscaras de plátano. De todas formas, si quisiera acordarme, no tendría más que montarme en mi máquina y viajar hasta el día en el que descubrí como crearla.

 

Pregunta: Increíble. Ahora explíquenos, ¿ha llegado a conocer cómo sería el mundo sin la ciencia?

 

Respuesta: Me siento muy orgulloso de poder contestarle a esa pregunta con un sí.

 

Pregunta: Cuéntenos su experiencia.

 

Respuesta: Fue bastante curioso. Cuando iba a realizar el primer viaje dudé entre si ir a la Prehistoria o a una época un poco más avanzada. Al final me decanté por seguir la línea del tiempo y me presenté en el Paleolítico. Qué quiere que le diga, tanto bicho enorme, tanta planta y tanta roca a mí no me gustaron. No había ni una sola persona y mucho menos un coche o un autobús para llevarme. Y por la noche, ¡buf, por la noche! Menos mal que sé hacer fuego con un par de palitos, que allí no había ni un solo interruptor.

 

Pregunta: Pero eso es obvio, no existían personas humanas para descubrir la electricidad.

 

Respuesta: Le pido disculpas al señorito por no saber todo lo que él sabe. ¿Puedo continuar?

 

Pregunta: Sí, lo siento.

 

Respuesta: En fin, que allí me encontraba, en un lugar sin luz artificial, sin electricidad e incluso sin fuego. Horrible, allí no se podía vivir… Así que decidí volver a mi máquina del tiempo para viajar hasta la Edad Media. Eso sí, tarde eras, eones y períodos en encontrarla. Claro, como no tenía GPS… 

 

Pregunta: Entonces, su segunda parada fue la Edad Media. ¿Cómo era?

 

Respuesta: Digamos que no era tan mala como la Prehistoria. Aun así, no me fascinó demasiado. Por lo menos encontré a seres humanos con los que conversar. Eso sí, cada conversación que entablaba terminaba con el tema de la religión. Cuestión, que allí sí había fuego. (¡Aleluya!) Aunque debo recalcar que las diferencias con mi época eran aún muy notables. ¿En serio los mensajes se enviaban mediante aves mensajeras o personas que iban a caballo? ¿De verdad me estás contando que no había un microscopio en condiciones? Solo duré un par de semanas allí.

 

Pregunta: Y en el ámbito de la medicina, ¿qué nos puede contar?

 

Respuesta: ¡Ay, por Dios! No me recuerde eso. ¡Bendita medicina de nuestra era! En serio, ver a gente muriéndose en la calle no es gracioso. Nada gracioso. Menos mal que venía yo con la vacuna de la gripe puesta, que allí difícil era encontrar un ambulatorio. 

 

Pregunta: ¿Y no decidió viajar a Grecia o a Roma?

 

Respuesta: Mire, en ese tiempo eran demasiado filosóficos, y a los sabelotodos no les aguanto. Que si la verdad, que si  las ideas… Bah, paparruchas.

 

Pregunta: Entonces, como conclusión, ¿qué nos puede decir?

 

Respuesta: Pues como científico que ha conocido la vida con y sin la ciencia, afirmo, totalmente convencido, que la ciencia es algo imprescindible y que no le desearía la vida sin ella ni a mi peor enemigo (maldito tataratataranieto de Einstein, siempre compitiendo conmigo).

 

Pregunta: Muchas gracias por prestarnos un poco de su valioso tiempo, Don Evaristo, ha sido un placer.

 

Respuesta: Por favor, tengo todo el tiempo del mundo. El placer ha sido mío.

 

Pregunta: Espero volver a verle pronto.

 

Respuesta: Lo mismo digo. Por cierto, ¿no tendrá alguna cáscara de plátano?

 

Foto: A. D'Ottavi

bottom of page